Sobre los beneficios de las mascotas
La gran mayoría de los habitantes de las metrópolis, apasionados por el mundo animal, tarde o temprano consideran la posibilidad de tener mascotas en un apartamento urbano. Los resultados de investigaciones de psicólogos, llevadas a cabo en el ámbito de las relaciones entre humanos y mascotas, son bastante claros: los beneficios de las emociones positivas que una persona experimenta al interactuar con los animales no se pueden comparar con las preocupaciones relacionadas con su cuidado y manutención.
La atracción hacia los animales domésticos tiene raíces profundas en la historia humana. Además, los objetivos que perseguía el ser humano no siempre fueron egoístas. Además de los aspectos prácticos, los animales domésticos ayudaban a sanar a los enfermos, asistían a las personas con discapacidad y participaban en la crianza de los niños.
Los psicólogos están convencidos de que tener una mascota es una fuente de alegría y bienestar. No solo es un modo eficaz de superar el estrés, sino también un potente remedio emocional que ayuda a afrontar las diversas dificultades y problemas cotidianos.
La interacción con animales es especialmente beneficiosa para las personas mayores que viven solas. Un jubilado, que tiene mucho tiempo libre pero carece de suficiente interacción con familiares y personas cercanas (debido a que estos están ocupados), a menudo se siente abandonado y olvidado. Sin embargo, la llegada de una mascota al hogar, como un perro, cambia radicalmente su percepción del mundo. La persona comienza a sentir su importancia. De ella, o más bien, de su atención y cuidado, depende un ser vivo que le responde con lealtad y amor. La activación del estilo de vida y el aumento del tono vital tienen un efecto positivo en el estado de salud, que generalmente no es muy robusto, del dueño del perro.
Además, animales como los perros perciben excelentemente el estado de ánimo de su dueño, lo que les permite mantener un ambiente emocional favorable en la interacción.
Las familias con niños tampoco deben renunciar a tener mascotas, ya que su contribución al digno desarrollo del joven es significativa. La interacción con las mascotas y el cuidado de ellas inculca en los niños un sentido de responsabilidad, los desarrolla emocionalmente y les ayuda a formar una percepción positiva de la naturaleza que los rodea. Un pequeño gatito o cachorro rápidamente establece un vínculo emocional con el niño, y la alegría de la llegada del animal al hogar no se puede comparar con la de adquirir un juguete o un juego.