Características de la psique y el comportamiento del gato doméstico: cuándo se necesita la ayuda humana
El gato doméstico ha heredado mucho de su comportamiento, reacciones y hábitos de sus ancestros salvajes. Sin embargo, a menudo ciertas manifestaciones «salvajes» hacen que los dueños se pregunten si todo está bien con su mascota, si necesitan algún tipo de ayuda, o si hay estrés. Te propongo que analicemos qué manifestaciones son normales y cuándo se necesita el apoyo humano para ayudar al gato.
Instintivamente, todos los gatos reaccionan de manera similar al peligro: o bien se defienden, o bien intentan hacerse lo más invisibles posible. La elección de la estrategia depende de la confianza del gato en sí mismo. Este comportamiento está enraizado en su naturaleza. Un gato doméstico puede percibir como una amenaza un sonido desconocido, un olor, una persona nueva, especialmente si esta le presta mucha atención. Manifestaciones como el silbido y una postura amenazante (lomo arqueado, pelo erizado) son absolutamente normales para un gato. Por lo general, no se requiere intervención humana, siempre que después de un tiempo vuelva a su comportamiento habitual.
La ayuda solo es necesaria si el gato no sale de este estado durante mucho tiempo. Por ejemplo, si una persona desconocida se ha ido hace horas y el gato continúa defendiéndose, sin dejar que su dueño se acerque. También se requiere intervención si el gato reacciona exageradamente a cualquier estímulo: al oír un sonido fuerte o ver un objeto desconocido, sigue huyendo, escondiéndose y silbando.
En la naturaleza, los felinos no viven en manadas; cada uno es responsable de sí mismo. De manera similar, los gatos domésticos suelen vivir juntos pero mantienen su independencia. Pueden ser amigos, dormir juntos, jugar, pero en algún momento pueden comenzar a defender su territorio (esa parte del espacio común que consideran suya en ese momento). Y eso es normal. Si no llegan a causar serios daños, la intervención humana tampoco es necesaria. El dominio es parte de la interacción entre gatos.
Sin embargo, se requiere intervención humana si las peleas se vuelven serias, los animales se lesionan mutuamente, o si no pueden detener la agresión.
Estas dos cualidades opuestas están estrechamente relacionadas. Por un lado, un gato salvaje necesita ser cuidadoso, por el otro, le interesa todo lo que sucede a su alrededor y explora todo lo nuevo. Este mismo comportamiento es característico del gato doméstico. Si tu gato es demasiado cauteloso y observa algo nuevo durante mucho tiempo antes de acercarse, e incluso muestra miedo, es normal. Si el gato intrépidamente se lanza a explorar algo nuevo, también es un comportamiento normal.
Sin embargo, si la precaución inmediatamente se convierte en agresión defensiva, y el gato ataca a una persona solo porque ha traído un olor desconocido de la calle o ha realizado un movimiento brusco, se necesita la ayuda humana. Es posible que la mascota haya tenido experiencias negativas anteriores que desencadenan este comportamiento y necesite ser abordado.
Si surge tal situación, no se puede evitar la ayuda humana. Dedica tiempo a tu gato, elige juegos con resultados (donde pueda «atrapar la presa»), y varía su entorno.