A los abuelos y abuelas, tomen nota
El nacimiento de los nietos suele ser un evento significativo en la vida de una persona. El nuevo estatus de abuela o abuelo a menudo lleva a reconsiderar las propias perspectivas sobre la vida y la crianza de los hijos. Las abuelas y los abuelos a veces dedican más tiempo a sus nietos que los propios padres, no solo cuidando de las tareas cotidianas, sino también participando activamente en la crianza de los niños, introduciéndolos en la cultura y las tradiciones, y ayudándolos a orientarse en el mundo que les rodea. Pero lo más valioso son esas relaciones emocionalmente cálidas y únicas que pueden desarrollarse entre los nietos y sus abuelos.
¿Abuelos tan diferentes?
Por supuesto, en cada familia se desarrolla una situación única de interacción entre los niños y los abuelos. Debido a la edad, el compromiso profesional, las actitudes de valores y las relaciones con los hijos adultos, los abuelos tienen diferentes enfoques hacia su rol. En relación con esto, se distinguen varios tipos de abuelos: distendidos – quienes no participan directamente en la crianza de los nietos, rara vez los ven y no tienen contacto cercano con ellos; formales – dispuestos a pasar tiempo con los nietos de vez en cuando, realizando cuidados, pero sin involucrarse en asuntos de crianza y desarrollo; apoyadores – abuelos que, al interactuar con los nietos, se esfuerzan por centrarse en su desarrollo, desarrollando relaciones más cercanas y amistosas con los niños; influyentes – abuelos que reclaman un papel especial, no solo participan activamente en la crianza y desarrollo de los nietos, sino que también tratan de imponer su posición a los padres del niño, compitiendo con ellos. La mayoría de los abuelos no solo aman a sus nietos, sino que también tratan de ser los mejores para ellos. Sin embargo, a veces las buenas intenciones conducen a conflictos familiares, causando malestar y consternación entre los padres del niño.
Reglas familiares
Hay varias reglas a recordar para que la interacción con los nietos sea beneficiosa para el niño, las relaciones familiares y los propios abuelos.
- 1. ¡Es necesario recordar que la responsabilidad de la crianza de los hijos recae en los padres! Por supuesto, los abuelos tienen experiencia en la crianza de niños, pero los padres están en primer lugar para el niño, por lo que no se debe cuestionar su autoridad ante el niño en ninguna circunstancia. Expresar su propia opinión y compartir experiencias con la madre o el padre del niño es mejor hacerlo en privado, de manera amistosa y respetuosa.
- 2. En caso de una situación conflictiva entre niños y padres, es mejor adoptar una posición neutral y, después de hablar en privado con cada parte del conflicto, tratar de reconciliarlos.
- 3. Los abuelos deben abstenerse de criticar a los padres (o a los abuelos del otro lado). Decirle al niño lo que por alguna razón no pueden decir directamente a otros familiares, en esencia, es usarlo como instrumento, esconderse tras él, no respetarlo como individuo y ignorar sus sentimientos.
- 4. No debe haber celos abiertos hacia la otra pareja de abuelos. Los padres distribuyen el tiempo entre los parientes mayores según sus capacidades y necesidades. En situaciones donde ambas parejas de abuelos están dispuestas a participar en la vida de los hijos y nietos, es mejor acordar de antemano quién y cuándo los visitará.
- 5. No se deben ignorar las peticiones de los padres del niño y, en general, se debe evitar criticar las decisiones específicas de los padres. Ignorar las peticiones es una falta de respeto, una devaluación de la autoridad parental. En caso de desacuerdo con una decisión específica, es mejor discutir la situación en privado, argumentando su posición y tratando de llegar a un compromiso.
- 6. Para mantener buenas relaciones con el nieto, nunca revele su secreto o confidencia a los padres, a menos que sea una cuestión de vida o salud: en tal situación, es necesario informarle al niño que los padres deben ser notificados por él mismo o por ustedes. El secreto del niño es una cuestión de confianza, la cual es difícil de ganar pero fácil de perder.
- 7. No se debe manipular la información sobre los padres que un niño pueda revelar por su espontaneidad, también se debe evitar preguntar al niño por detalles sobre la situación familiar.
- 8. Burlarse y hacer críticas imprudentes del nieto no solo puede herir al niño, sino que también puede causar la aparición de complejos y la pérdida de confianza. En situaciones de fracaso del niño, es mejor señalarle el error y ayudarlo a corregirlo. Tampoco se debe criticar al niño delante de sus padres sobre sus errores.
- 9. Si la abuela o el abuelo viven separados, se debe acordar la visita de antemano. Por muy buenas que sean las relaciones y los motivos de la visita, una llegada inesperada puede provocar una situación incómoda, ser percibida como una intromisión en la vida familiar, alterar los planes y, como resultado, causar tensión en las relaciones o un conflicto.
- 10. Los abuelos se esfuerzan por proporcionar a sus nietos lo mejor, regalando cosas y juguetes costosos. Tales regalos deben acordarse con los padres. Tal vez un enorme oso de peluche o un coche eléctrico, regalado por amor, sea inapropiado en un apartamento pequeño o no concuerde con la edad o intereses del niño.
- 11. Por la misma razón, no se debe regalar mascotas sin la aprobación de los padres, independientemente de cuánto las desee el niño. De lo contrario, la entrega obligada de tal «regalo» a un nuevo hogar puede causar una gran angustia a los niños y arruinar las buenas relaciones familiares.
- 12. No se debe causar al niño culpa por no jugar con los juguetes o no usar la ropa que le han regalado. Tales reproches causan al niño sentimientos de culpa y fomentan la falta de sinceridad.
- 13. Es peligroso cuando la abuela o el abuelo hacen promesas imposibles de cumplir. Esto puede llevar a la decepción y al distanciamiento. En estas situaciones, es importante contar con las propias capacidades y posibilidades.
- 14. Comparar a los nietos entre sí en su presencia provocará una competencia innecesaria y celos, intensificando conflictos y puede llevar al enfriamiento de relaciones con quien pareciera estar en desventaja.
- 15. Comparar al nieto con sus padres a la misma edad, especialmente al hablar con el otro padre, tampoco es aceptable. Tales comentarios se interpretan como un intento de herir, culpar de un fracaso educativo.
- 16. Las cuestiones del horario diario y la alimentación del niño (especialmente pequeño) merecen especial atención. No se debe violar el horario de comidas y sueño mientras el nieto visita a la abuela por poco tiempo. Siendo estos, problemas de agendamiento que los padres tendrán que resolver, lo que podría generar desaprobación. Sin embargo, cuando el visitante ya se instala por más tiempo (por ejemplo, en verano), se puede ajustar el horario, dentro de ciertos límites razonables.
- 17. Lo mismo se aplica a la alimentación: si los padres desaprueban ciertos alimentos (como cola o hamburgesas), no los ofrezca a los nietos, procurando popularidad de manera fácil.
- 18. Se pueden discutir temas difíciles con los nietos, como la religión o política, pero es fundamental tener en cuenta la edad de los niños y el enfoque de los padres en estos temas en particular. Si el niño es muy pequeño y los padres se oponen a tales enseñanzas, deben evitarse.
- 19. No debe referirse a mala salud y vejez como pretextos para conseguir la conformidad del niño. Los niños son muy sensibles, y tales declaraciones pueden crearles traumas y el desarrollo de complejos de culpabilidad.
- 20. En caso de enfermedad del niño, no se debe recurrir a remedios populares sin consultar a los padres del niño y al médico tratante. Dicho tratamiento puede no ser seguro, y difícilmente alguien de la generación mayor desea dañar la salud de los nietos.
- 21. Los niños modernos pueden pasar horas viendo televisión o jugando videojuegos; sin embargo, permitirles actuar así cuando visitan a sus abuelos priva al niño y a ustedes de una interacción plena. Los dibujos animados y dispositivos interminables son barreras para una comunicación emocionalmente rica.
- 22. Si un niño pequeño llora en brazos de la madre o el padre, no intente arrebatárselo; confíe este asunto a los padres. ¡Ellos saben qué hacer! Por supuesto, la abuela tiene experiencia consolando, pero permita que la mamá o el papá sean buenos y competentes al manejar la situación.
- 23. El mundo moderno es el mundo de Internet. Muchos abuelos tienen sus páginas web personales y escriben blogs. No obstante, se debe evitar compartir fotos de los nietos e información sobre ellos en línea. Utilizar esta información podría perjudicar a la familia si cae en malas manos.