Mascotas

El papel de los animales en el desarrollo de los niños

A todos los niños les encantan los animales. Normalmente, entre los 6 y los 8 años, los niños empiezan a pedir a sus padres un gatito, un cachorro, un conejillo de Indias, un hámster, – cualquier mascota que les permita disfrutar de la compañía de un ser vivo, porque valoran mucho la interacción con los animales. Pero muchos adultos solo ven problemas cuando se trata de traer un amigo de cuatro patas a casa.

Temen la posible agresividad del animal hacia el pequeño o la necesidad constante de cuidar y limpiar tras la mascota.

Sin embargo, si escogemos un animal adecuado a la edad del niño, su carácter e intereses, podemos evitar muchos momentos desagradables.

El papel de los animales en el desarrollo de los niños

Aspecto pedagógico

Los niños y el perro Una mascota no solo es una fuente de calor, cariño y amistad, sino que también ejerce una enorme influencia en el desarrollo de un niño. Al estar junto a un amigo de cuatro patas, el niño aprende a ser organizado y disciplinado. La mascota enseña al niño a asumir la responsabilidad por otros. El niño se da cuenta de que un animal no es un juguete y hay que cuidarlo, alimentarlo y sacarlo a pasear todos los días. Las habilidades de comunicación con una mascota ayudarán al niño en su vida adulta, aprendiendo a responder por sus acciones. Dependiendo de la edad del niño, se determina el grado de responsabilidad en relación con su mascota.

 

Entonces, a la edad de 3 años, un niño puede pasear al perro o al gato junto con los padres, ayudar a poner comida y asegurarse de que la mascota siempre tenga agua limpia para beber. A un niño de 7-9 años ya se le puede confiar un pequeño amigo de cuatro patas para pasearlo solo. A los 14-15 años, el niño puede convertirse en el dueño del animal y asumir la mayor parte de la responsabilidad por él.

Adaptación social

El papel de los animales en la vida de los niños Un amigo de cuatro patas es el mejor psicólogo y ayudante para los niños en términos de adaptación social. Los niños que tienen un perro se integran con mayor facilidad en nuevos grupos y hacen amigos más rápidamente. El perro puede ayudar a un niño tímido a establecer contacto con sus compañeros en el patio y encontrar amigos.

Los niños vecinos seguramente comenzarán a hacer preguntas sobre el animal e intentarán jugar con él, facilitando así que la interacción entre los niños surja de manera natural. Sacar a pasear a la mascota juntos puede unir incluso a los niños más callados.

Desarrollo físico

Una mascota contribuye al desarrollo físico del niño. Cuando el niño pasea al perro, juega al balón con él, está en movimiento constante, desarrollando así una correcta coordinación. Además, la interacción con los animales reduce el estrés y favorece la mejora de las relaciones familiares.

Desarrollo intelectual

Una mascota ayuda al niño a conocer el mundo que le rodea. Un amigo de cuatro patas es una fuente de los primeros conocimientos sobre la naturaleza. El niño observa a la mascota, su comportamiento, tomando nota de sus reacciones a las caricias, a diferentes órdenes. El animal también es importante para el desarrollo sensorial del niño. A través de los sentidos, el niño percibe los objetos y aprende a nombrarlos: forma, tamaño, color, olor, movimientos, textura del pelaje, disposición, etc.

La interacción con la mascota desarrolla además el pensamiento lógico. El niño aprende a ver relaciones y dependencias. Por ejemplo, si el gato está al lado de su cuenco maullando, significa que tiene hambre; si el perro se acerca a la puerta, salta y mueve la cola, significa que quiere salir a pasear. El animal es una fuente de diversas actividades, a través de las cuales el niño desarrolla su capacidad de observación, curiosidad e imaginación.

Desarrollo moral

El animal permite al niño experimentar las primeras emociones y alegrías. Un amigo de cuatro patas genera emociones positivas, lo cual es muy importante, ya que en el mundo moderno es precisamente lo que más falta: emociones positivas. Al interactuar con su mascota, el niño desarrolla un sentido de belleza y aprende a ver la belleza natural. El trato cuidadoso y cariñoso hacia la mascota que muestra el niño se traslada al mundo animal en general.

¿Qué mascota elegir para el niño?

Niño de 3-4 años

A esta edad, el niño comienza a explorar activamente el mundo que le rodea. Ya es posible tener una mascota, pero el cuidado de la misma recaerá en los adultos. A los niños de 3-4 años les conviene más tener peces de acuario, un periquito, un hámster, un conejillo de Indias o un conejo. Primero hay que explicar al niño sobre las costumbres del animal y sus características.

Al principio, el niño simplemente observará cómo los padres cuidan de la mascota, y poco a poco se involucrará él mismo en el proceso de cuidado. Hay que recordar que los niños pueden mostrar su interés por los animales de formas inesperadas: sacar un pez del acuario para sostenerlo en sus manos, acariciar un pájaro o bañar a un hámster. Por lo tanto, los adultos deben estar siempre atentos y no permitir al niño hacer tales cosas. Se le debe explicar que no se puede hacer eso, pues el animal podría enfermar.

Niño de 5-6 años

A esta edad, las responsabilidades del niño hacia el cuidado de la mascota pueden expandirse. A los 5-6 años ya se le puede confiar el lavado de los bebederos, dar comida y llenar el cuenco con agua por sí mismo. Pero por ahora, todo esto debe hacerse bajo la supervisión de los adultos. Para los niños de esta edad es adecuado tener peces de acuario, aves, un conejillo de Indias, un conejo o un hámster.

Niño de 7-8 años

Los niños de esta edad pueden cuidar de una mascota casi de forma independiente. Leer cuentos sobre animales, donde los niños pueden aprender nueva información sobre los hábitos y características de distintos representantes del reino animal, puede ser muy útil. Los adultos deben hacerles entender que se debe crear un ambiente lo más cercano posible a la naturaleza para los animales y alimentarlos con lo que comen en libertad. Para que el niño adquiera habilidades de cuidado y realice observaciones comparativas sobre el comportamiento de diferentes animales, se pueden tener varias mascotas, por ejemplo, un periquito y peces. En la edad escolar primaria, el niño puede tener los mismos animales que en etapas anteriores, así como un perro o un gato. Sin embargo, el cuidado de estos últimos no debería recaer completamente en el niño.

Qué considerar antes de adquirir una mascota

En primer lugar, es importante comprender que la mascota no solo la tendrá el niño, sino también ustedes. Si el niño es pequeño, gran parte de las responsabilidades de cuidado recaerán sobre ustedes. Piensen si están dispuestos a asumir esta nueva carga de responsabilidad y cuidados. Al adquirir un animal, están incorporando un nuevo miembro a la familia que requerirá no solo atención y tiempo, sino también ciertos gastos económicos. También deben considerar si sus condiciones de vivienda permiten tener una mascota.

Si viven en una casa, pueden tener cualquier animal. Pero en un apartamento pequeño puede no haber espacio adecuado incluso para peces. Si no están listos para mantener una mascota, es mejor no traer una. De lo contrario, si deciden deshacerse del animal, podría ser una gran tragedia tanto para el niño como para la mascota.

Peligros que pueden representar las mascotas

Los animales pueden representar un peligro para los niños. En primer lugar, en caso de alergias. Si el niño o alguien en la casa es propenso a reacciones alérgicas, no se recomienda tener una mascota.

También, muchos animales son portadores de diversas infecciones que el niño puede contraer fácilmente. Por lo tanto, si tienen una mascota, deben mostrarla periódicamente al veterinario y realizar los análisis necesarios. El peligro también puede provenir de perros de razas grandes. Estos perros son físicamente más fuertes que un niño, por lo que es mejor no tenerlos.

Tampoco se recomienda adquirir perros con temperamentos inestables. Si se elige correctamente a la mascota, se aborda con responsabilidad su crianza y se le proporciona el cuidado adecuado, todos los peligros pueden minimizarse.

Sopesen las ventajas y desventajas y elijan el animal que mejor se adapte a su hijo. ¡Créanos, será el mejor regalo para él!

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