Estilo de vida

Por qué no deberías temerle a la vejez…

¿Por qué es tan difícil hablar de la vejez?

La vejez es un tema del que solemos apartarnos. No porque sea aterrador, sino porque en la sociedad no existe un lenguaje adecuado para hablar de ella. Hay palabras que son o bien groseras y despectivas, o son excesivamente cariñosas como «abuelitas-abuelitos», que de hecho también le quitan al individuo su individualidad.

Y además está el miedo. Temerle a la vejez es tan natural como temerle a la oscuridad cuando somos niños. Pero realmente no hay razón para temerle: no es un castigo ni una enfermedad. Es simplemente un momento en el cual la persona sigue siendo la misma, solo que el cuerpo funciona de otra manera, y a veces la sociedad también actúa de manera diferente.

Estamos acostumbrados a imaginar la vejez únicamente como una sucesión de limitaciones y problemas. Pero esto no es del todo cierto. Sí, las enfermedades ocurren. Sí, las fuerzas ya no son las mismas. Pero, ¿cuántas personas a los 80 años llevan una vida activa, viajan, tienen hobbies, juegan con los nietos, continúan trabajando, aprendiendo, haciendo amistades? Simplemente se habla mucho menos de esto que de las dificultades.

¿Qué es una vejez digna?

Una vejez digna no es solo acerca de la estabilidad financiera o un buen cuidado. Se trata de la posibilidad de seguir siendo uno mismo. De disfrutar de los placeres habituales, de sentir que eres necesario para alguien, de elegir cómo será tu día.

Si una persona siempre ha sido activa, ha ayudado a los demás, ha creado algo, es importante que siga haciéndolo. Tal vez en un nuevo formato, quizá en menor cantidad, pero es fundamental que exista esa continuidad.

Si le gustaba pasear, entonces debería tener la posibilidad de caminar. Si adoraba leer, los libros deben estar a su alcance. Si siempre amó la comunicación, entonces debería haber alguien con quien hablar.

Lo más aterrador de la vejez no son las enfermedades. Lo más espantoso es el sentimiento de inutilidad, la soledad y la pérdida de sentidos habituales.

¿Cómo prepararse para la vejez?

La preparación para la vejez no comienza a los 60 años, cuando de repente se hace evidente que la salud ya no es suficiente. Empieza mucho antes.

  • El hábito de cuidar la salud. Aquellos que desde jóvenes cuidan su alimentación, se mantienen activos y se dedican a la prevención, se sienten mejor en la vejez.
  • Educación financiera.Ahorrar «para los días difíciles» no es la estrategia más inspiradora. Es mucho mejor pensar no en cómo evitar la pobreza, sino en cómo asegurar confort e independencia.
  • Relaciones y entorno.Cuanto más fuertes sean los lazos con los seres queridos, amigos, más fácil será vivir a cualquier edad. Es importante no encerrarse en la familia, sino mantener un círculo amplio de personas alrededor.
  • Flexibilidad mental.El mundo cambia, las tecnologías evolucionan y es crucial saber adaptarse. Quienes no tienen miedo de aprender cosas nuevas, se sienten mucho más seguros en la vejez.
  • Capacidad de disfrutar la vida.Puede sonar cliché, pero cuanto antes una persona aprenda a ver lo bueno en las cosas simples, más fácil será para ella a cualquier edad.

¿Por qué la vejez no es aterradora?

Porque la vida continúa. No importa la edad que tenga una persona, sigue siendo ella misma. Mantiene sus deseos, intereses, emociones.

Porque la vejez es un tiempo de libertad. Finalmente se puede hacer aquello para lo que antes no había tiempo.

Porque la vejez es una oportunidad para transmitir conocimientos, compartir experiencias, inspirar a otros.

Porque la vejez también es vida. Y, al igual que en cualquier etapa, mucho depende de cómo la vive una persona.

 

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