Salud

Formas sencillas de conservar la memoria después de los 60, 70 años.

Con la edad, muchos de nosotros comenzamos a notar que la memoria y las funciones cognitivas no son tan agudas como solían ser en nuestra juventud. El olvido, la dificultad para concentrarse y otros problemas de memoria a menudo se asocian con el envejecimiento.

Sin embargo, investigaciones recientes muestran que con el enfoque adecuado se pueden retardar significativamente los cambios cerebrales relacionados con la edad y preservar la claridad mental incluso después de los 60 años. Hablemos de algunos ejercicios simples y efectivos para mantener la memoria después de los 60.

Primero, una breve reseña sobre las causas de la demencia senil

Antes de profundizar en los métodos de prevención, es importante comprender los factores clave que contribuyen al desarrollo de la demencia senil:

  1. Trastornos vasculares: Con la edad, los vasos sanguíneos pierden elasticidad, lo que puede llevar a un suministro insuficiente de sangre al cerebro.
  2. Estrés oxidativo: La acumulación de radicales libres en el cuerpo daña las células cerebrales.
  3. Predisposición genética: Algunas personas tienen una tendencia genética al desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.
  4. Falta de actividad física: Un estilo de vida sedentario reduce el flujo sanguíneo al cerebro.
  5. Nutrición desequilibrada: La falta de nutrientes esenciales puede acelerar el envejecimiento del cerebro.
  6. Estrés y depresión: La exposición prolongada al estrés y los estados depresivos afectan negativamente las funciones cognitivas.
  7. Falta de sueño: La privación crónica de sueño interfiere con los procesos de recuperación y limpieza del cerebro.
  8. Aislamiento social: La falta de interacción social puede acelerar el deterioro cognitivo.

7 ejercicios simples y efectivos para preservar la memoria después de los 60 años

1. Mapa mental

Este ejercicio ayuda a mejorar la memoria y desarrollar el pensamiento creativo. Toma una hoja de papel y escribe en el centro una palabra o frase clave. Luego dibuja ramas que salgan del centro y escribe en ellas las asociaciones relacionadas con el concepto central.

Continúa ampliando el mapa, añadiendo nuevas ramas y subramas. Este ejercicio estimula el trabajo de ambos hemisferios del cerebro y ayuda a estructurar la información.

Cómo realizarlo: Comienza con temas simples, como «Mi día ideal» o «Mi pasatiempo favorito». Dedica 10-15 minutos al día a este ejercicio.

2. «Gimnasia de dedos»

Este es un método simple pero efectivo para estimular la actividad cerebral a través de la motricidad fina de las manos. Así es como se realiza:

  1. Comienza con la mano dominante. Une la punta del pulgar secuencialmente con las puntas del índice, medio, anular y meñique. Cada unión forma un pequeño «anillo».
  2. Repite los mismos movimientos con la otra mano.
  3. Ahora intenta realizar este ejercicio con ambas manos al mismo tiempo. Tu objetivo es formar 8 «anillos» sincronizadamente (4 en cada mano).
  4. Practica este ejercicio durante varios minutos.

Se recomienda realizar esta gimnasia de dedos regularmente, especialmente en momentos de fatiga o decaimiento. Este ejercicio no solo mejora la coordinación, sino que también actúa como un «reinicio» para el cerebro, ayudando a restaurar la claridad mental y el vigor.

La práctica regular de esta técnica puede contribuir a mejorar la concentración, aumentar la velocidad de reacción y fortalecer en general la conexión entre los hemisferios cerebrales. Además, es una excelente manera de ejercitar los dedos, lo cual es especialmente útil para quienes trabajan mucho tiempo frente a una computadora o se dedican a las manualidades.

Recuerda que la efectividad del ejercicio aumenta cuando se realiza con total concentración en los movimientos de los dedos. Procura que los movimientos sean fluidos y precisos, aumentando gradualmente la velocidad a medida que mejoras tu coordinación.

3. Cálculo mental

El cálculo mental es una excelente manera de entrenar la memoria de trabajo y la concentración. Comienza con operaciones aritméticas simples y gradualmente hazlo más complicado.

Cómo realizarlo: Cada día resuelve de 5 a 10 problemas mentalmente. Empieza con sumas y restas de números de dos dígitos y luego pasa a multiplicaciones y divisiones. Por ejemplo: 23 + 45, 78 – 39, 12 * 7, 96 / 4.

4. Técnica de Loci

Este método, conocido desde la antigua Grecia, ayuda a memorizar información conectándola con lugares bien conocidos.

Cómo realizarlo: Elige una ruta familiar, por ejemplo, el camino desde tu casa hasta la tienda. Recorre este camino mentalmente, señalando de 5 a 10 puntos clave. Ahora, cuando necesites recordar una lista de objetos, ubica cada objeto mentalmente en uno de estos puntos. Para recordar la lista, simplemente «recorre» la ruta en tu imaginación.

Estimulación del cerebro a través de las sensaciones táctiles

5. Ejercicio «Motricidad fina»

Estimulación del cerebro a través de las sensaciones táctiles

Trabajar con objetos pequeños es una manera efectiva de activar la actividad cerebral. Estas actividades mejoran la circulación sanguínea en todo el cuerpo, incluyendo el aumento del flujo sanguíneo al cerebro.

Si buscas una actividad simple pero beneficiosa, presta atención a los objetos que tienes a la mano. Las mujeres pueden usar sus colecciones de cuentas o botones, mientras que los hombres pueden optar por pequeñas piezas como clavos, tuercas o tornillos. La tarea consiste en clasificar estos objetos según ciertas características: tamaño, color o forma.

Es interesante recordar que antaño era común clasificar granos antes de cocinar, especialmente el alforfón, que a menudo contenía impurezas. Este hábito, además del beneficio práctico evidente, también resultaba beneficioso para la actividad cerebral.

Ejercicio «Terapia de granos»

Este ejercicio no requiere mucho esfuerzo, pero proporciona un beneficio significativo. Toma un bol grande y llénalo con cualquier cereal: arroz, guisantes o alforfón. Sumerge tus manos en este «baño de cereales» y comienza a pasar los granos lentamente, disfrutando del proceso y las sensaciones. Este proceso es similar a pasar cuentas, que también puede usarse para este ejercicio. Mira televisión mientras pasas las cuentas, por ejemplo.

El ejercicio tiene un doble efecto: no solo calma el sistema nervioso, sino que también estimula el funcionamiento del cerebro. Bastan 5-10 minutos de esta actividad diaria para notar cambios positivos.

6. Sincronización del trabajo de los hemisferios cerebrales

En la vida cotidiana, a menudo dependemos de nuestra mano dominante, lo que conduce a una activación desigual de los hemisferios cerebrales. Por ejemplo, al escribir en el teclado, los diestros usan principalmente su mano derecha, y los zurdos la izquierda. Esto crea un desequilibrio en el funcionamiento del cerebro.

Aunque la idea de utilizar la mano no dominante para tareas diarias parece atractiva, en la práctica podría ser difícil al principio. Por ejemplo, intenta cepillarte los dientes o sostener una cuchara con la mano menos hábil. Así harás que tu cerebro trabaje el doble.

Ejercicio «Artista ambidiestro»

Este es un ejercicio efectivo para activar ambos hemisferios cerebrales:

  1. Empieza por lo básico: dibuja algunas figuras geométricas simples (cuadrados, círculos, triángulos) con tu mano dominante.
  2. Luego, contornea estas figuras con la mano no dominante. Intenta hacerlo lo más cuidadosamente posible.
  3. Rellena las figuras alternando las manos.
  4. Para aumentar la dificultad, pasa a dibujos más complejos. Dibuja varios objetos idénticos, como flores o casitas.
  5. Toma un lápiz o bolígrafo en cada mano. Intenta contornear dibujos idénticos simultáneamente con ambas manos. Comienza moviéndote en la misma dirección, luego cambia la dirección.

Este ejercicio no solo estimula el trabajo de ambos hemisferios cerebrales, sino que mejora la coordinación de movimientos, desarrolla el pensamiento espacial y aumenta la concentración. La práctica regular puede favorecer la mejora de las funciones cognitivas generales e incluso el desarrollo de nuevas conexiones neuronales.

Es importante realizar el ejercicio regularmente, comenzando con formas simples y pasando gradualmente a más complejas. No esperes un resultado perfecto de inmediato: el progreso vendrá con la práctica. Recuerda que el objetivo principal no es crear una obra maestra, sino estimular la actividad cerebral.

7. Estimulación del cerebro a través de la experiencia sensorial

Nuestro cerebro tiene la asombrosa capacidad de adaptarse al entorno, acostumbrándose rápidamente a estímulos sensoriales constantes. Los colores, olores y formas familiares pierden gradualmente su novedad y dejan de provocar una reacción activa del cerebro. Esto se parece a cómo dejamos de notar objetos habituales en nuestro entorno.

No obstante, existe una forma sencilla de «despertar» el cerebro: ofrecerle nuevas impresiones sensoriales, especialmente en el ámbito del olfato. Incluso en momentos de gran fatiga, un aroma nuevo e inesperado puede provocar una activación instantánea de la actividad cerebral, despertando interés y curiosidad.

Intenta usar aromas para estimular las funciones cognitivas:

  1. Recuerda el aroma de la infancia: pela una mandarina e inhala profundamente su fragancia, permitiendo que los recuerdos fluyan.
  2. Antes de tomar café, dedica un momento para disfrutar de su aroma, activando los receptores olfativos.

Los ejercicios de respiración también son herramientas efectivas para entrenar el cerebro. Aquí tienes una técnica simple que involucra la imaginación:

Imagina que tienes una taza de té caliente frente a ti. Visualiza cómo soplas suavemente sobre la superficie de la bebida para enfriarla. Esta acción imaginaria no solo estimula ciertas áreas del cerebro, sino que también desarrolla el pensamiento creativo.

Es importante señalar que los ejercicios basados en la visualización tienen beneficios adicionales. Cuando imaginamos mentalmente objetos o imágenes, se activan diversas áreas del cerebro, favoreciendo el desarrollo de la creatividad y mejorando las funciones cognitivas.

Practicando estas sencillas técnicas, puedes estimular regularmente el trabajo cerebral sin necesidad de realizar esfuerzos significativos. Esto es especialmente útil para mantener la actividad mental durante períodos de fatiga o estrés. Recuerda que la diversidad de impresiones sensoriales es clave para mantener la flexibilidad y actividad cerebral a cualquier edad.

8. Simplemente masticar

Especialistas en salud mental señalan la importante conexión entre el proceso de masticación y la activación de la actividad cerebral. Este efecto se observa a cualquier edad. Por ejemplo, un estudiante que come una manzana durante el estudio puede encontrar que la información se asimila mejor.

Sin embargo, las recomendaciones sobre el uso de ejercicios de masticación pueden ser un desafío para las personas mayores. Surge la pregunta: ¿cómo adaptar estas recomendaciones para aquellos que ya se enfrentan a problemas en la cavidad oral?

Para quienes pueden, lo ideal sería incluir en la dieta alimentos que requieran una masticación activa: manzanas frescas, pepinos crujientes, diferentes nueces o zanahorias crudas. Estos alimentos no solo proporcionan la necesaria carga masticatoria, sino que también son fuentes de nutrientes beneficiosos.

Para personas con problemas dentales más serios, se pueden considerar enfoques alternativos. Por ejemplo, el uso de verduras y frutas finamente ralladas puede permitir obtener cierta estimulación masticatoria, incluso si una masticación completa es difícil.

El punto clave es adaptar las recomendaciones a las capacidades individuales y al estado de salud de cada persona. Incluso una actividad masticatoria pequeña puede brindar beneficios, pero no se debe descuidar la comodidad y seguridad al seguir consejos generales.

9. Aprender un nuevo idioma

Aprender un idioma extranjero es uno de los ejercicios más efectivos para el cerebro. Mejora la memoria, la atención y puede incluso retrasar el desarrollo de la demencia.

Cómo realizarlo: Comienza con 10-15 minutos al día. Utiliza aplicaciones para aprender idiomas, mira películas con subtítulos en el idioma que estás aprendiendo, escucha podcasts para principiantes.

10. Técnica «¿Qué hay de nuevo?»

Este ejercicio desarrolla la observación y la memoria a corto plazo. Es especialmente útil para quienes a menudo olvidan dónde dejan las cosas.

Cómo realizarlo: Cada vez que entres en una habitación, observa mentalmente tres detalles nuevos o cambiados. Por ejemplo, una ventana abierta, un nuevo jarrón en la mesa, una silla reubicada. Realiza este ejercicio varias veces al día.

11. Relatar lo leído o escuchado

Este ejercicio mejora la capacidad de absorber y recordar información.

Cómo realizarlo: Después de leer un artículo o ver las noticias, intenta relatar el contenido principal. Comienza con un resumen breve, y gradualmente aumenta el detalle y la amplitud. Puedes grabar el relato en una grabadora o contárselo a amigos y familiares.

12. «Escritura en espejo»

Este ejercicio estimula el trabajo de ambos hemisferios cerebrales y mejora la coordinación.

Cómo realizarlo: Intenta escribir letras y palabras reflejadas en espejo con tu mano no dominante (izquierda para diestros, derecha para zurdos). Comienza con letras individuales, luego pasa a palabras y frases cortas. Dedica 5-10 minutos al día a este ejercicio.

Conservar las funciones cognitivas en la edad avanzada no solo es posible, sino necesario para mantener la calidad de vida. La realización regular de los ejercicios propuestos, junto con un estilo de vida saludable, una alimentación adecuada y actividad física, ayudará a preservar la claridad mental y la buena memoria incluso después de los 70 años.

Recuerda que el cerebro, al igual que los músculos, requiere entrenamiento constante. Comienza a cuidar tu salud cognitiva hoy, y podrás disfrutar de una vida activa y plena a cualquier edad.

La práctica regular de estos sencillos ejercicios puede mejorar significativamente las funciones cognitivas, reducir el estrés y aumentar el bienestar general. Es importante recordar que el cuidado de la salud cerebral no requiere métodos complicados o costosos; a menudo, las soluciones más efectivas están literalmente a nuestro alcance.

 

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