Después de los 45 el corazón no perdona las prisas matutinas” – 7 reglas inesperadas que protegen contra enfermedades.
¿Sabías que mientras estás en la fase profunda del sueño, tu cuerpo experimenta unas metamorfosis sorprendentes? Los capilares se estrechan, el pulso se ralentiza, y el cuerpo se alarga como si se convirtiera en piedra. Sin embargo, el cerebro trabaja a toda máquina. Comienza a preparar todos los sistemas para el despertar (incluso antes de salir del sueño), para evitar transiciones bruscas de un estado a otro.
Pero, ya sabemos cómo estropear todo. O más bien, no entendemos que estamos acelerando el envejecimiento y las enfermedades de los órganos con hábitos aparentemente inofensivos.
Regla Nº 7. Nos demoramos en levantarnos
La cuestión no es posponer la alarma en un intento de dormir más. Este hábito indica una simple falta de sueño; simplemente no tienes suficientes horas para recuperarte y te sientes somnoliento, incluso si duermes hasta tarde. ¿Por qué sucede esto? Te lo contaré a continuación.
Antes de levantarte de la cama, toma como ejemplo a cualquier gato. Al despertarse, se estira deliciosamente, bosteza y luego se pone en marcha. Este simple hábito te ayudará a evitar subidas de presión y sobrecargas en el sistema cardiovascular. Además, ayuda a mantener la salud de la columna vertebral.
Está comprobado que mientras dormimos, la distancia entre las vértebras aumenta y los músculos se relajan (por la mañana, nuestra altura es mayor que por la tarde). Al estirarnos, tonificamos suavemente la musculatura, mejoramos la nutrición de las vértebras y prevenimos protrusiones, hernias y cambios posturales relacionados con la edad.
Regla Nº 6. Unos movimientos en la cama
Además de los estiramientos, puedes beneficiar significativamente a tus órganos internos si agregas algunos movimientos simples.
-
Torcedura (si no tienes hernias). Simplemente coloca la pierna derecha, doblada en un ángulo de 90 grados, sobre el otro lado y gira suavemente la columna vertebral. Este movimiento masajea el hígado y la vesícula, liberándolos de tensiones y mejorando su nutrición.
-
Sacudida de manos y pies. Levanta las manos y los pies hacia arriba y vibra suavemente. Este movimiento ayuda a eliminar líquidos estancados de las extremidades y asiste al sistema linfático y al corazón.
-
Reloj pélvico. Dobla las rodillas. Al exhalar, comienza a tirar del pubis hacia el ombligo y rueda la pelvis (la amplitud es pequeña), manteniendo el abdomen tenso. Al inhalar, llena el abdomen de aire y estira el pubis hacia abajo, desenrollando la pelvis. Es un modo agradable y efectivo de mejorar la circulación sanguínea en los órganos pélvicos y mantener la salud femenina.
Regla Nº 5. ¡Encendemos la luz!
En el momento de despertarse, lo más importante es no escatimar en electricidad. Este consejo es especialmente vital para los hipotensos. Vagabundear en la penumbra no sólo afecta el equilibrio hormonal y los estados de ánimo depresivos, sino también la salud del sistema cardiovascular. Cuanto más variada sea la iluminación (cálida + fría), mejor.
Regla Nº 4. Tomamos té o café
Cualquier bebida que contenga amargura (té fuerte, café, infusiones de hierbas) estimula el flujo de bilis y te protege de las piedras en la vesícula biliar. Pero hay 2 matices importantes:
-
Tu bebida favorita debe estar caliente (nunca fría)
-
Antes de la bebida, es imprescindible beber un vaso de agua, preferiblemente tibia o caliente, ya que el café y el té eliminan activamente líquido, que es necesario para mantener la fluidez de la bilis (y esta es 80% agua).
Personalmente, como nutricionista, no bebo té ni café, prefiero hierbas amargas. ¿Te interesa cuáles y por qué? Pon un “+” en los comentarios y compartiré.
Regla Nº 3. Desayunamos
Las bebidas calientes y amargas preparan maravillosamente tu digestión para la comida y estimulan el apetito. Lo peor que podrías hacer es irte a trabajar con el estómago vacío. Tus jugos digestivos se quedarían perplejos. Tomar solo unas galletas o un sándwich es una fórmula para desarrollar resistencia a la insulina, sobrepeso y diabetes en la mayoría de las personas.
La mejor opción para el desayuno – es una proteína ligera (huevos, aves, pescado), muchas verduras y un poco de cereal. De esta forma te asegurarás de mantenerte satisfecho hasta el almuerzo y obtendrás todos los nutrientes necesarios.
Regla Nº 2. Caminamos
Si tienes que apresurarte a tus actividades, intenta aumentar el tiempo de tu caminata matutina de cualquier manera posible. Por ejemplo, realiza una parada extra, da un rodeo por un lugar agradable, encuentra estacionamiento en un patio lejano. Y si tienes la mañana libre, haz de la caminata un ritual obligatorio. O reemplázala con una rutina de ejercicios completa para todo el cuerpo.
Regla Nº 1. Nos vamos a dormir antes de las 23 horas
Esta es la regla más importante, ya que las otras seis dependen de ella. Si después de las 23 horas aún estás revisando noticias en tu teléfono, no lograrás un sueño reparador, incluso si duermes más de 7 horas, ya que el pico de producción de la hormona del sueño ocurre entre las 23 y la 1 de la madrugada.