Abuelas y nietos: 6 factores de los que dependen las relaciones.
Según los psicólogos sociales, en esto influyen muchas circunstancias, pero aún así se observa una tendencia. Los científicos destacan seis factores principales que determinan las relaciones entre dos generaciones.
1. Distancia
A los abuelos que viven cerca les resulta más fácil encontrarse con sus nietos. Para un niño pequeño, el contacto físico es muy importante: abrazos, caricias. Los abuelos «cercanos» pueden participar activamente en el cuidado del pequeño y su educación desde los primeros días. Se convierten en una parte habitual de su vida. La comunicación a distancia, aunque no reemplaza por completo la interacción en persona, también es una opción para seguir «en el mismo barco». Recuerden, hace apenas diez años no soñábamos con videochats y la única manera de comunicarse era por teléfono.
2. Frecuencia de contacto
A veces, los padres viven en la misma calle que los hijos adultos, pero ven a sus nietos un par de veces al año: en cumpleaños y durante las fiestas de Año Nuevo. Esto ocurre a menudo después del divorcio de la generación media. Como sabemos de la literatura, cada familia infeliz lo es a su manera y no todos logran mantener buenas relaciones después de una separación. Los niños suelen quedarse con la madre, y el padre se convierte en el «padre de fin de semana», mientras que los abuelos paternos a menudo no tienen lugar en la vida de los nietos. En estos casos, todo depende de la habilidad de las partes para llegar a acuerdos y comprender que privar a un niño del amor de sus seres cercanos es un trauma adicional.
3. El papel de los abuelos en la familia
Cuando mamá y papá trabajan o estudian día y noche, y el niño se cría en una familia monoparental, a menudo es la generación mayor la que se hace cargo del cuidado del pequeño. Y entonces, el niño de seis años ya no es el «hijo de mamá», sino el «nieto de los abuelos»: conoce los nombres de las telenovelas, tiene buen conocimiento de los aparejos de pesca y se indigna con los precios en las tiendas.
4. Tradiciones familiares
Las investigaciones muestran que las familias que desean tener relaciones sólidas entre generaciones, las tienen. A los niños se les enseña desde temprana edad que somos una familia, un equipo. Entonces, al principio, los mayores ayudan a los menores y luego el apoyo fluye sin recordatorios en la otra dirección. Las tradiciones ayudan a consolidar las relaciones familiares. Por ejemplo, la costumbre de reunirse para la cena de los domingos, pasar juntos las vacaciones de Año Nuevo, o salir regularmente al campo.
5. Conexión emocional
Emocionalmente, las personas más cercanas a un niño son sus padres, hermanos y hermanas. Los abuelos ocupan el segundo lugar, y esto es normal, considerando la diferencia de edad. Los niños crecen, su círculo social se expande, y sus compañeros adquieren mayor importancia. Por otro lado, para la generación mayor, el círculo social se reduce, por lo que los niños y nietos se vuelven cada vez más importantes.
Los psicólogos creen que en la cadena de conexiones emocionales padres-hijos-nietos, el papel principal lo desempeña la generación intermedia. Si los abuelos están cerca de sus hijos adultos, lo más probable es que también estén en estrecho contacto emocional con sus nietos.
6. Valores compartidos
Un niño recibe su primer conjunto de valores de sus padres y abuelos. A medida que crece, construye su propio mundo. Para las relaciones, es importante que la generación mayor esté dispuesta a discutir con respeto los valores de los nietos, incluso si no está completamente de acuerdo. Hablando en términos profesionales, los abuelos deben ser socialmente tolerantes.
Resulta que los nietos no valoran automáticamente a sus «ancianos». La generación mayor tiene que esforzarse para ocupar y mantener una posición cercana en la vida de los jóvenes miembros de la familia. Tu experiencia personal, sabiduría y artículos en nuestro sitio web pueden ayudarte a lograrlo.