Estilo de vida

Le enseñé a mi esposo 3 trucos para dormir rápido. Incluso después del estrés, el insomnio dejó de ser un problema…

Voy a ser honesto, nunca me había preocupado por el insomnio. Antes. Antes de tener hijos.

Parece que uno está cansado – acuéstate y duerme. Pero el estrés, la tensión nerviosa y el miedo por los hijos te hacen dar vueltas de un lado a otro.

Por la mañana, naturalmente, te sientes agotado, deprimido, sin ganas de hacer nada ni ver a nadie. Este estado depresivo afecta a todos los miembros de la familia. Por eso, tenemos una regla no escrita: quien quiera dormir se va a la cama a dormir. Los demás – como ratoncitos.

Según las estadísticas, uno de cada cinco habitantes del planeta sufre de insomnio. ¡No es poco, admitámoslo! Y estoy segura de que, aunque no tengas problemas constantes para dormir, todos hemos tenido alguna vez esos episodios de dar vueltas en la cama.

Y según otros datos, no menos del 80% de los habitantes de las grandes ciudades, a partir de los 25 años, ya sienten fatiga y debilidad muscular al despertar.

Causas del insomnio:

1. actividad mental activa,

2. dolor físico,

3. consumo excesivo de bebidas con cafeína, energizantes,

4. comer en exceso,

5. lugar de descanso incómodo,

6. televisión/ordenador/tableta funcionando, etc.

7. aire excesivamente caliente o seco en el dormitorio.

Consecuencias de una noche de insomnio:
  • irritabilidad,
  • apatía,
  • falta de energía,
  • sensación de cansancio y deseo de recostarse,
  • nerviosismo, depresión,
  • agotamiento.

Principales consejos para quienes quieren dormir como bebés

1. Antes de ir a dormir, es imprescindible ventilar la habitación y cerrar las cortinas para que esté oscura y fresca.

La luz brillante y la luz azul de las pantallas impiden la producción de melatonina, la hormona del sueño y el descanso.

Por eso, justo antes de dormir, apartamos los dispositivos. Abrimos la ventana. Si hace frío, nos abrigamos con una manta (este es, por cierto, otro secreto para un sueño rápido y de calidad).

2. Acostarse a dormir según un horario.

Parece muy sencillo. Pero, como demuestra la práctica, no es así de fácil.

En el caso ideal – acostarse y levantarse a la misma hora.

En el caso normal – dormirse antes de las 23:00 y despertarse no antes de las 03:00. Durante este periodo se produce la hormona melatonina, que además de un buen sueño asegura la juventud y frescura del organismo, y reduce el nivel de cortisol – la hormona del estrés. Así, se le da al organismo la oportunidad de descansar de verdad.

Mal – dormir con la televisión encendida, en una habitación calurosa con aire seco.

Cuando mi esposo tuvo problemas para dormir, decidí encontrar el remedio ideal que le ayudara a descansar bien y estar lleno de energía.

Y aquí están mis tres trucos, gracias a los cuales mi marido olvidó el insomnio:

1. Nos vamos a dormir a la misma hora, cerramos las cortinas, todos los dispositivos electrónicos que puedan hacer ruido – apagados.

Abrimos la ventana y, necesariamente, ventilamos la habitación.

El principal secreto es cobijarse con un grueso edredón. Cuanto más pesado, mejor.

La idea es la siguiente: el edredón pesado proporciona la sensación de ser abrazado. Y desde el nacimiento percibimos los abrazos como protección.

2. En la noche, comemos un puñado de frutas secas y 10-15 almendras. Contienen triptófano, que puede convertirse en melatonina. La hormona del sueño, descanso y belleza.

3. Una o dos horas antes de dormir, apagamos todos los dispositivos, tomamos tranquilamente un vaso de leche caliente en la cocina. La leche estimula la producción de triptófano, que, a su vez, es precursor de la melatonina.

Si alguien está constantemente preocupado por la dificultad para conciliar el sueño o siente cansancio – es un claro síntoma de que es hora de consultar a un especialista y dejar de intentar solucionarlo por sí mismo.

Si los problemas de sueño ocurren al menos 3 veces por semana – es un signo de insomnio.

La simple fatiga, irritabilidad, apatía – son síntomas del síndrome de fatiga crónica.

Este estado frecuente puede llevar al debilitamiento del sistema inmunológico y al desarrollo de enfermedades crónicas.

Estos tres métodos realmente funcionan. ¡Probado!

Pero siempre se debe comenzar revisando el estilo de vida y los hábitos.

El trabajo más difícil es el trabajo en uno mismo. Pero es el más gratificante, ya que al final emerge un nuevo Yo.

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