La chica sacó al perro a pasear y este regresó acompañado.
La residente Sara Nisevich tiene una perrita llamada Srna, que adora jugar con sus congéneres vecinos. Recientemente, como de costumbre, la joven dejó salir a Srna y comenzó a observarla. Al lado de su mascota, notó a un pequeño perro ajeno.
«En cuanto salimos a saludar al perrito, él corrió hacia nosotras y comenzó a acurrucarse», contó Sara. Ella supuso que alguien lo había traído y dejado allí. Además, el perro no parecía perdido y no se parecía a ningún otro perro conocido de la zona.
La joven llamó al pequeño Strudel y lo acogió en su casa. Al principio, buscó activamente a sus dueños: preguntó a los vecinos, publicó en redes sociales, comprobó el microchip, pero el dueño nunca apareció. El pasado del perro sigue siendo un misterio.
Strudel resultó ser un perrito amable y obediente. Se encariñó mucho con Srna, con quien desde el primer día sintió una conexión especial, y ahora incluso duerme junto a ella en un gran colchón común.
Sara está muy feliz de que Strudel haya llegado a su vida. Según ella, les esperan muchos viajes y excursiones juntos. La joven espera poder brindarle una vida feliz en una familia amorosa, con juegos activos y deliciosa comida.