Familia

Diez cosas por las que los adolescentes aman a sus padres (aunque nunca lo admitan).

Ser padre de adolescentes no es tarea fácil. Nada les parece bien. Siempre están resmungando, contestando mal, y a veces actúan como si no valoraran a sus padres. Pero la verdad es que ser adolescente no es sencillo, y están muy agradecidos por tenerlos cerca, aunque no siempre lo admitan.

¿Saben por qué los adolescentes quieren tanto a sus padres? ¿Por qué los consideran «realmente geniales»?Aquí está una lista de 10 razones. Conocerlas les ayudará a mantener un vínculo cálido con su hijo, a pesar de cualquier tormenta hormonal que intente romperlo.

1) Comen juntos en familia

Puede que una cena familiar no suene tan «genial», pero el simple hecho de que suceda les da a los adolescentes un sentimiento de seguridad inquebrantable, especialmente en tiempos inquietos. Ellos sienten el cuidado y la estabilidad que brinda un hogar con rituales y estructuras repetitivos. Aunque se quejen de la comida, sepan que su mente agradece la estabilidad que ustedes les brindan.

2) Recuerdan a los amigos de sus hijos

La amistad durante la adolescencia es más importante que nunca. Es fácil perderse en las numerosas conversaciones sobre amigos y problemas, pero si recuerdan los nombres de los amigos de sus hijos y les preguntan ocasionalmente cómo están, no solo se enterarán de los últimos chismes, sino que también mostrarán un interés genuino en su vida. ¡No tienen idea de cuánto valoran eso los adolescentes!

3) Los toman en serio y los escuchan

Es cierto que muchos problemas adolescentes parecen exagerados con los años. Pero recordemos que, en ese momento, ellos realmente se sentían mal, y todo era bastante serio. Escuchar sin juzgar es algo por lo que los adolescentes no solo quieren a sus padres, sino que también fortalece la confianza en ellos.

4) Admiten sus debilidades y fracasos

A veces, los padres sienten que sus hijos ya no quieren compartir nada con ellos porque creen que «mamá no los entiende». ¡Mostrémosles lo contrario! Cuando los padres comparten problemas similares de su juventud, los hijos se sienten instantáneamente como si estuvieran en el mismo barco con ellos. Esto les une, y los consejos sobre cómo manejar situaciones similares dejan de ser teóricos y se vuelven concretos y comprensibles. Los padres dejan de parecer tan insensibles a sus ojos.

5) Dan consejos útiles sin imponerlos

Esto es una continuación del punto anterior, que nos da una ventaja en el giro de ser mentores: si papá ya ha enfrentado problemas, sabe que generalmente hay una solución. Y si logran dar un consejo sin obligaciones y de manera discreta y no arrogante, considérese un héroe para su adolescente.

6) Respetan su espacio personal

Antes podíamos entrar a la habitación de nuestros hijos sin pensarlo dos veces, pero ahora la puerta a menudo está cerrada. Respetemos el espacio personal de nuestros hijos y su deseo de estar solos; el hogar aún debe ser un lugar seguro donde cada uno tenga un lugar confiable solo para sí.

7) Confían en ellos

Si los adolescentes saben que sus padres confían en ellos, responderán confiando más. Y ellos seguirán las reglas de la familia de manera independiente, ya que no habrá razones para la confrontación para romper esas reglas.

8) Son sus mayores admiradores

La pubertad es un tiempo complicado cuando dudas de todo y de todos, pero especialmente de ti mismo. Es tan importante que haya al menos una persona en el mundo que te acepte, ame y crea en ti incondicionalmente. Sean esa persona. El reconocimiento de sus pasiones y la aprobación de sus decisiones son la base del apoyo que los niños necesitan para una confianza saludable en sí mismos.

9) Pasan tiempo juntos

Aunque mamá y papá de repente pueden parecer «no tan geniales», la mayoría de los niños todavía están felices de pasar tiempo con uno de sus padres. Con uno solamente, sin hermanos, hermanas u otro progenitor. En tales interacciones, suelen surgir conversaciones mucho más profundas. De esta manera, durante la pubertad, entre el niño y el padre, incluso puede surgir una hermosa amistad. Simplemente intenten encontrar tiempo para cada uno de sus hijos.

10) Se abrazan y se permiten ser niños

 

Al fin y al cabo, los niños siempre son niños. Incluso en ustedes a veces despierta el niño interior. Así que déjenlo salir, abracen a sus hijos, incluso si se voltean con desdén, sean un poco tontos y bríndenles un poco de esa infancia despreocupada, jueguen juntos, rían con chistes bobos, jueguen videojuegos, vean dibujos animados envueltos en una manta comiendo dulces… Escapemos por un momento del mundo de los adultos, que inevitablemente está atrayendo y también absorbiendo a nuestros adolescentes.

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