Familia

¿A quién de sus dueños percibe el perro como sus padres?

Los perros saben cómo repartir roles y «poner etiquetas». Imagínate vivir en un apartamento compartido: con algunos es agradable conversar, a otros prefieres evitarlos. ¡Y a los perros les pasa algo similar!

¡Te has ganado mi simpatía!

Cuando una familia perruna crece con un nuevo miembro, la madre comienza a lamer al pequeño. Al poco tiempo, la perra se apasiona por el proceso. Según los expertos en comportamiento canino, esto ocurre por una poderosa liberación de la hormona de la felicidad. Después de que el perro cambia de hogar, instintivamente busca a alguien con quien compartir este placer cariñoso. El olor de esta persona cambia, el perro lo siente. Así lo designa como su «padre» o «madre».

¡No temas, estoy contigo!

Cuando un perro llega a un nuevo hogar, experimenta estrés. Es interesante notar que algunos cachorros manejan mejor los cambios que los perros adultos. Para reducir las tensiones de la mascota, un buen dueño permanece cerca durante la adaptación.

Mientras el esposo almuerza en la cocina, la esposa alimenta activamente al nuevo residente. Mientras el «papá» ve la televisión, la «mamá» acaricia y calma al perro. Mientras él limpia, ella prepara la cama del perro.

La madre perruna en su momento tampoco se apartaba de los cachorros, excepto para satisfacer necesidades naturales. Y tal comportamiento humano predice su papel como padre.

Intérprete con experiencia

Si un perro no entiende bien el lenguaje corporal de una persona, percibe los gestos y acciones de otra a nivel intuitivo. Su memoria le proporciona al instante información relacionada con la comunicación materna: el cachorro aún no sabía cómo interactuar, pero ya entendía a su madre biológica.

La asociación lleva al perro adulto a la misma conclusión: si entiendo el lenguaje corporal, entonces esa persona es mi padre o madre. Un perro presta más atención al comportamiento de ese miembro de la familia que al de los demás.

¿Qué es lo bueno?

Las relaciones entre una mascota y su dueño principal se basan en el respeto, mientras que las relaciones entre padres e hijos se basan en la comprensión. Si el dueño, al interactuar con el perro, no exige nada, sino que simplemente entiende sus deseos, automáticamente se considera un pariente. En el ambiente canino, no es común educar a otros inculcándoles sus «principios morales».

Incluso la madre, al prohibir o permitir algo, se guía por el instinto de autoconservación y la seguridad. Si una persona no viste al perro con trajes incómodos para grabar vídeos, entonces entiende la naturaleza más que el resto.

¡Después de comer, se puede dormir!

Las principales funciones de la madre en los primeros días después del nacimiento de los cachorros son proporcionarles alimento y calor. Apenas se despierta, el cachorro se acerca a la comida, y una vez saciado, se vuelve a dormir. Si la temperatura no es confortable, no dormirá. Este algoritmo de régimen de temperatura y alimentación se sigue durante toda su vida.

Cualquiera de los miembros de la familia puede asumir el papel de calentar y alimentar. Pero solo aquel que lo hace en el momento de necesidad es percibido como un padre o madre.

Vio el dueño al perro acurrucado y lo cubrió con una manta. ¡Respetos!

Efecto del estrés temprano

Anteriormente se pensaba que no se podía coger a un cachorro en brazos antes de las tres semanas de edad, ya que eso podría traer consigo agentes patógenos. Sin embargo, luego se demostró que la presencia de estrés diario, aunque moderado, que en esencia es ser tomado en brazos, tiene un impacto positivo en la socialización del cachorro.

Y si una persona tuvo la oportunidad de visitar al cachorro antes de que se mudara a un nuevo hogar, el pequeño se acostumbrará rápidamente al aroma de esa persona. El dueño se transforma en «mamá» porque el olor de la madre ahora está asociado con el aroma de esa persona.

¡Vale la pena jugar el juego!

La madre biológica no es solo una fuente de alimento. Ella ayuda a los cachorros a socializar más rápidamente, pero en el ambiente canino, no en el humano. La madre enseña a los cachorros a esconderse, defenderse de los enemigos, atacar y escapar. Mientras que en la sociedad humana se requieren habilidades completamente diferentes — «sentarse», «acostarse», «no».

Y mientras el «verdadero dominante» enseña al cachorro las astucias humanas, el perro espera la atención de quien le ayudará a cumplir con sus instintos caninos. Estas son, por ejemplo, las mismas actividades de juego en las que el pequeño practica las habilidades inculcadas por su madre.

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