Las 3 principales reglas del manual para ser «la mejor abuela del mundo»…
La mejor mamá es la abuela. ¿No están de acuerdo? Bueno, júzguenlo ustedes mismos: ella tiene una enorme experiencia en la crianza de niños, ahora tiene suficiente tiempo libre para dedicarlo a su querido nieto, ya no tiene ganas de ir a discotecas ni de salir de visita, así que no hay necesidad de buscar una niñera para el niño. Por cierto, muchas abuelas en el fondo de su corazón lo piensan así, sintiéndose celosas y considerándose «mamás encubiertas», guardando silencio al respecto de manera discreta. Y a veces, no tan discretamente… Hoy hablaremos sobre cómo «amar correctamente a los nietos» y formularemos tres reglas principales para ser la «mejor abuela del mundo».
1. Recuerda, eres el número dos
Siempre y en todo lo que concierne al nieto. Por doloroso y duro que pueda ser, él tiene a sus padres. Ellos son el «número uno». Y eso no significa que quieras menos al niño comparado con mamá y papá. Esta filosofía está dictada por el sentido común y hace a todos los miembros de tu familia felices. Solo de esta manera se puede evitar una rivalidad inútil y hiriente entre mamá y abuela. Esto es una clara demostración de que aceptas las estrategias educativas de tus hijos y no intentas imponer tus «invaluables conocimientos» a tu hijo y nuera. Eres el número dos. Pero eso no significa que debas desaparecer. Por supuesto, estarás siempre lista para ayudar, pero solo lo harás cuando te lo pidan.
2. Acepta las reglas de la familia
Además de que tu nieto es criado por tu propio hijo, el niño también tiene una mamá que proviene de una familia con sus propias leyes y tradiciones. Y ella desea implementar esas leyes y tradiciones en el hogar donde viven su esposo e hijo. Las reglas las establecen mamá y papá, y tu tarea es cumplirlas sin cuestionarlas. Alimenta solo con lo que los padres del nieto permiten, disciplina solo con los métodos aceptables en la familia de tu hijo, viste al niño con lo que haya preparado la madre. No discutas ni menosprecies la autoridad de los padres en presencia del niño. Si mamá prohíbe algo, la abuela no tiene derecho a permitirlo a escondidas. Los adultos DEBEN ser consistentes en la crianza de los niños. De lo contrario, eventualmente, todos terminarán llorando juntos. No eclipses la importancia de mamá y papá, ya que los principales educadores y la autoridad indiscutible para el pequeño deben ser ellos.

3. No eduques a tus hijos, ya es tarde
Acéptalo, los padres de tu preciado nieto son adultos competentes. No necesitan ser corregidos, «rehechos» o «reformados» a tu manera. Es tarde para educar en este momento. Todo lo que pudiste hacer, ya está hecho. Es hora de disfrutar. ¿De qué? Tienes un nieto, su vida está bajo el control de personas responsables, y no necesitas preocuparte por ello. Si quieres, puedes salir a pasear al aire libre con el cochecito. O puedes no pasear, si no lo deseas. Si quieres abrazar y llevar al niño en brazos, hazlo; si te duele la espalda, no es obligatorio. Los niños nos son dados para aprender, mejorar y comprender las prioridades de la vida. Pero los nietos son para la felicidad. Ha llegado la hora en la que el cuidado del pequeño puede ser un placer total y una alegría. Sería un pecado no disfrutarlo.