Mascotas

El bebé y su ángel de la guarda peludo, la corgi Luna

Hace siete meses, el pequeño Dani llegó a la familia, llenando la casa de felicidad y alegría. Desde los primeros días de su vida, siempre tuvo a su fiel compañera a su lado: una perrita corgi llamada Luna.

Luna es una perrita muy inteligente. Rápidamente comprendió que Dani era un nuevo miembro de la familia que requería especial atención y cuidado. Desde el primer encuentro, se acercó con cautela, lo olfateó y lamió su manita. Desde ese momento, se formó una conexión especial entre ellos.

Cuando Dani cumplió seis meses, empezó a gatear activamente. Este logro se debió en gran parte a Luna. Dani observaba cómo Luna corría por la habitación e intentaba imitar sus movimientos. Gateaba tras ella, tratando de alcanzarla. Luna, como si comprendiera que su pequeño amigo estaba aprendiendo, no se alejaba demasiado y lo animaba emitiendo sonidos alegres.

Un día, notamos que Dani comenzó a decir su primera palabra. En lugar del típico «mamá» o «papá», fue «guau-guau». Luna, al escuchar esto, se acercó al niño y le lamió la mejilla, como confirmando: «Sí, soy yo, tu Luna».

Día tras día, Luna y Dani pasaban más y más tiempo juntos. Luna se convirtió para Dani no solo en una amiga, sino también en una mentora. Ella le mostraba cómo jugar con juguetes, le traía pelotas y peluches. Cuando Dani empezaba a llorar, Luna era la primera en estar a su lado, se acostaba cerca de él y gimoteaba suavemente, calmándolo con su presencia.

Luna no solo protege físicamente a Dani, sino que también le brinda una sensación de seguridad.  Juntos crecen y aprenden cosas nuevas, apoyándose y alegrándose mutuamente cada día.

Así, Luna se ha convertido para Dani no solo en un perro, sino en un verdadero ángel guardián que siempre está a su lado, brindándole bondad y protegiéndolo en cualquier situación. Su historia es una historia de amor incondicional y lealtad que inspira y enseña que los verdaderos amigos siempre están cerca, incluso si son de cuatro patas.

 

Deja una respuesta