Estilo de vida

9 hábitos que te hacen envejecer más rápido. Seguro tienes al menos uno de ellos.

Nadie quiere envejecer, y especialmente no antes de tiempo. Pero el envejecimiento es un proceso inevitable al que todos nos enfrentamos. Sin embargo, la velocidad con la que ocurre depende en gran medida de nuestro estilo de vida y hábitos cotidianos.

Algunos de ellos pueden acelerar el envejecimiento prematuro, mientras que otros, por el contrario, ayudan a conservar la juventud y frescura. Entremos en más detalles.

1. Dormir siempre de un lado

El sueño es un proceso necesario para la recuperación del cuerpo, pero el hábito de dormir siempre de un lado puede llevar al envejecimiento prematuro de la piel. Hablemos de por qué esto sucede y cómo puedes minimizar sus efectos negativos.

Cuando duermes de un lado, la almohada comprime la piel, creando pliegues que luego se imprimen en forma de arrugas. El rostro, presionado contra la almohada, está sujeto a presión constante y fricción. Esto provoca daños mecánicos en la piel y acelera su envejecimiento.

La presión constante en la piel del rostro lleva a la formación de arrugas y pliegues profundos que, con el tiempo, se vuelven permanentes.

Dormir de un lado puede obstaculizar la circulación sanguínea y el drenaje linfático normal, causando hinchazón e inflamación.

Para minimizar este impacto negativo, se recomienda cambiar de posición al dormir y tratar de dormir boca arriba. Esta es la posición óptima para prevenir arrugas y pliegues, ya que el rostro no tiene contacto con la almohada.

Si encuentras difícil dormir boca arriba, intenta cambiar de lado mientras duermes para reducir la presión sobre la misma área del rostro.

El uso de fundas de almohada de seda o satén reduce la fricción y la probabilidad de que se formen arrugas y pliegues en la piel, ya que estos materiales son menos agresivos al contacto con el rostro.

También vale la pena considerar almohadas ergonómicas: apoyan el cuello y la cabeza, ayudando a distribuir la presión de manera uniforme y reducen la carga sobre el rostro.

Un sueño adecuado es crucial para la recuperación del cuerpo. Durante el sueño, se produce la melatonina, un antioxidante que ralentiza el envejecimiento celular. La falta de sueño resulta en deshidratación de la piel, aparición de ojeras y una apariencia general de fatiga. Aquí, ninguna funda de almohada va a poder ayudar.

2. Fumar

La nicotina y otras sustancias tóxicas presentes en el humo del cigarro provocan estrés oxidativo en el cuerpo y aceleran la descomposición del colágeno, la proteína responsable de la firmeza de la piel. Los fumadores a menudo sufren de arrugas, resequedad y pérdida de tono en la piel.

«Los fumadores de 40 años tienen las mismas arrugas que los no fumadores de 70 años», afirman los dermatólogos. La nicotina estrecha los vasos sanguíneos, empeorando la nutrición de la piel, y las resinas provocan la destrucción del colágeno, la proteína estructural clave de la piel.

3. Ignorar los protectores solares

El uso de protectores solares es crucial para prevenir el fotoenvejecimiento. La radiación UV destruye las células de la piel, provocando la formación de arrugas, manchas pigmentarias y pérdida de elasticidad.

Aunque la exposición moderada al sol es necesaria para la síntesis de vitamina D (se dice que para obtener esta vitamina, es necesario estar al sol sin protector durante los primeros 15 minutos), una exposición excesiva puede causar serios daños a la piel.

La radiación ultravioleta destruye las células de la piel, causando la formación de radicales libres y envejecimiento prematuro de la piel.

Según los dermatólogos, «el 92% de las arrugas son causadas por el daño solar a lo largo de la vida». El protector solar previene la destrucción celular por radicales libres y protege contra la pigmentación, pérdida de elasticidad y arrugas profundas.

4. Giba de «oficinista»

O cuello de computadora: un problema común en el mundo moderno que se puede prevenir y corregir.

La giba de oficinista, también conocida como cuello de computadora, es una condición causada por el hábito de permanecer sentado en una postura incorrecta durante mucho tiempo frente a la computadora. Este fenómeno se ha vuelto especialmente común con el aumento del trabajo en oficinas y a distancia, lo que lleva a la tensión constante de los músculos del cuello y la parte superior de la espalda.

La giba de «oficinista» se manifiesta como una curvatura visible en la parte superior de la columna, cuando la cabeza se inclina hacia adelante y los hombros se encorvan. Esta curvatura puede llevar a dolor crónico e incomodidad, además de cambios significativos en la apariencia.

Principales señales: cabeza hacia adelante, hombros redondeados, sensaciones dolorosas en el cuello, hombros y parte superior de la espalda, dolores de cabeza.

Aprende a sentarte correctamente frente a la computadora:

  • Siéntate derecho, con los hombros relajados y hacia abajo.
  • La cabeza debe estar alineada con la columna, sin inclinarse hacia adelante.
  • Los pies deben estar en el suelo y las rodillas dobladas en un ángulo recto, con la parte superior de la pantalla a la altura de los ojos para no tener que inclinar la cabeza hacia adelante.

5. Estrés

El estrés crónico lleva a un aumento de la producción de cortisol, una hormona que puede acelerar el envejecimiento celular.

Además, el estrés a menudo provoca hábitos poco saludables, como comer en exceso, fumar o el abuso del alcohol, lo que también tiene un impacto negativo sobre los procesos de envejecimiento. Así que, calmémonos y equilibremos nuestro interior. Esto es importante.

6. Alimentación «sucia»

  1. Una dieta rica en grasas dañinas, azúcar y productos refinados favorece la formación de radicales libres y procesos inflamatorios en el cuerpo. Esto acelera el envejecimiento celular y promueve el desarrollo de enfermedades relacionadas con la edad. Se debe dar preferencia a los alimentos integrales, ricos en antioxidantes.

2. Un estilo de vida sedentario debilita los músculos, ralentiza el metabolismo y puede llevar a la acumulación de toxinas en el cuerpo. La actividad física regular, por el contrario, mejora la circulación, alimenta la piel con oxígeno y sustancia beneficiosas.

3. El abuso del alcohol deshidrata el cuerpo, altera el equilibrio hormonal y provoca procesos inflamatorios. Esto afecta negativamente el estado de la piel, que se vuelve flácida y opaca. Además, el alcohol desacelera la regeneración celular.

7. Mímica facial muy activa

Las frecuentes muecas y una mímica excesiva aceleran la formación de arrugas en las comisuras de los ojos y la boca. Intenta controlar los movimientos innecesarios de los músculos faciales.

Los científicos estiman que hasta el 50% de las arrugas son causadas por los movimientos mímicos del rostro». Fruncir el ceño excesivamente, entrecerrar los ojos o hacer muecas lleva a la formación de surcos profundos en la frente, alrededor de los ojos y los labios.

8. Falta de limpieza de la piel en la noche

Antes de dormir, es crucial limpiar bien el rostro de cosméticos, polvo y contaminantes. Su acumulación obstruye los poros y provoca procesos inflamatorios. No descuides la limpieza profunda de la piel: desmaquillado, lavado, masaje, y tu piel te lo agradecerá.

9. Falta de hidratación de la piel

La piel deshidratada pierde su firmeza y elasticidad más rápidamente. Usa productos hidratantes de calidad por la mañana y por la noche. Según los dermatólogos, todos los días, nuestra piel pierde alrededor de un litro y medio de líquido.

La deshidratación crónica hace que la piel esté seca, opaca y delgada, acelerando la formación de arrugas, por lo que hidratar la piel externamente es tan importante como beber suficiente cantidad de agua pura.

Cambiar tus hábitos puede ralentizar significativamente el proceso de envejecimiento y mejorar tu calidad de vida. Recuerda que cuidarte a ti mismo no es solo un trabajo físico, sino también emocional. Comienza por lo pequeño e introduce gradualmente nuevos hábitos saludables para mantenerte joven y lleno de energía por muchos años.

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