Mascotas

De qué tienen miedo los perros: 8 miedos y fobias comunes.

Un protector del hogar de cuatro patas también puede tenerle miedo a algo. Algunas fobias de las mascotas se deben a traumas «infantiles», mientras que otras tienen raíces más profundas. Vamos a asomarnos a los ojos del miedo canino para comprender mejor a nuestros amigos.

Perun, el dios del trueno

Casi todas las criaturas del planeta temen los estruendos fuertes, y los perros no son la excepción. Los dueños de cachorros a menudo han presenciado cómo sus pequeños amigos se meten debajo de la mesa al escuchar los primeros truenos en el cielo. Es más gracioso cuando un pastor alemán adulto o un dóberman intentan esconderse de la tormenta debajo de una cortina o una silla infantil.

Algunos astrapófobos (temor a los truenos y relámpagos) pueden llegar a destrozar la casa tratando de refugiarse de los desagradables sonidos. El miedo a los truenos está arraigado genéticamente en los perros. Sus ancestros sabían perfectamente lo que les sucedía a aquellos que quedaban al descubierto durante una tormenta.

Una buena noticia: las personas con perros astrapófobos pueden predecir el tiempo meteorológico.

Batas azules

Los olores en una clínica veterinaria pueden enloquecer a cualquiera. Y los procedimientos no son precisamente agradables. No es sorprendente que los perros odien visitar estos lugares. Nuestros amigos de cuatro patas expresan sus fobias y protestas de distintas maneras: algunos incluso se desmayan frente a la puerta del consultorio.

Otros montan verdaderos conciertos: ladran, gruñen e intentan «morder» al veterinario. Este comportamiento puede corregirse si se visita la clínica no solo por inyecciones, sino también para revisiones agradables que incluyan juegos, pesajes y largas caminatas después.

En búsqueda activa

Los seres sociales en general encuentran difícil soportar la soledad. La situación es peor para aquellos perros que fueron dejados solos por largos períodos cuando eran cachorros. El dueño sale por la puerta y el perro empieza a aullar, gemir y rascar la puerta con las patas. Si la ausencia del humano se prolonga, este comportamiento podría durar horas.

Aquí puede ayudar una rutina diaria clara y el establecimiento de un hábito. Muchos dueños dejan la radio o la televisión encendidas en el departamento para que el perro tenga la ilusión de compañía.

Bajen el volumen

Si bien muchos perros anticipan los truenos, el ulular de una sirena o el estallido de fuegos artificiales es más difícil de predecir. Un perro no comprende la naturaleza de los sonidos fuertes, y por eso les teme. Algunos perros, incluso hasta el final de sus vidas, perciben el Año Nuevo como un apocalipsis.

Solo la socialización activa puede ayudar a reducir el nivel de ansiedad en ellos. Los perros con mucha experiencia de vida apenas se sobresaltan con los estallidos, mientras que los cachorros pueden entrar en un verdadero ataque de histeria.

¡Llegaron los invitados!

¿Tu perro teme a los niños? Esta pregunta suena graciosa para muchos dueños. ¡Pero no debería! Los perros realmente consideran a los niños como criaturas peligrosas. Estos pequeños bípedos son impredecibles, muy insistentes y poseen una resistencia sorprendente. Corren, gritan, tiran de la cola y luego vuelven a correr. Cualquiera en el lugar del perro se asustaría. Para resolver el problema, los niños deben aprender la manera correcta de interactuar con los animales.

Discriminación de género

Según las estadísticas, los perros le temen más a los hombres que a las mujeres. Tal vez sea por el olor, o porque los hombres son más grandes. A veces, un perro puede temerle al sexo masculino debido a malos recuerdos. Ocurre que este miedo es irracional y está relacionado con una aversión personal.

Un nuevo hombre en la vida de una mujer puede ser percibido por el perro como un competidor por la comida y la atención. Para superar esta fobia, la mascota necesita socializarse más. Aquí también se puede incluir el miedo a los extraños.

Hasta dónde ha llegado el progreso

La historia tiene muchos ejemplos de perros que temen a los adornos navideños, muñecas infantiles, globos y burbujas de jabón. Pero especialmente, las fobias suelen manifestarse en el temor a las aspiradoras o lavadoras.

En primer lugar, estos dispositivos producen un nivel de ruido excesivo. En segundo lugar, esos «monstruos de hierro» se mueven y parecen seres vivientes. La solución al problema es simple: hay que acostumbrar al perro a estos complejos dispositivos técnicos de manera gradual y medida.

La oscuridad mística

En la oscuridad, todas las criaturas vivas esperan un ataque repentino. El miedo ha acompañado a los mamíferos desde tiempos inmemoriales. Cuando había un fuego encendido en la cueva, todo iba bien. Pero cuando el fuego se extinguía, los depredadores comenzaban a rondar por doquier. El perro no ve tan bien en la oscuridad como un gato. Y se siente muy ansioso porque no puede protegerse a sí mismo y a los suyos completamente.

Para vencer esta fobia, las largas caminatas nocturnas son efectivas. Si en la calle el perro empieza a temblar de miedo, es necesario acariciarlo, alabarlo y distraerlo con un juego. Gradualmente, el temor a la oscuridad quedará en el pasado.

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