Lágrimas de alegría al readoptar el perro que sobreviviente de cáncer se vio obligado a entregar.
“Ella era su constante; su fuente de consuelo en los días más difíciles,” escribió la Sociedad Protectora de Animales del Gran Niagara en una publicación. “Pero a medida que los tratamientos progresaban, su salud empeoraba, y tuvo que tomar una desgarradora decisión: encontrar a alguien que pudiera cuidar de ella cuando él ya no pudiera.”
El dueño de Minnie la entregó al refugio, pero incluso en sus días más oscuros, ella nunca dejó su corazón.
Mientras el dueño de Minnie se sometía a tratamiento, su perro enfrentaba sus propias dificultades, sentada en el refugio viendo a los posibles adoptantes pasar de largo.
“Por primera vez desde el día en que nació, Minnie estaba separada de él,” escribió el refugio. “Y aunque él combatía el cáncer, pensaba en ella cada día, llevando sus chapas de identificación en su billetera y visitando el refugio solo para verla de lejos.”
Pasaron los años sin que Minnie encontrara un hogar para siempre que llenara el vacío dejado cuando ella y su amado dueño fueron obligados a separarse. Pero este agosto llegó algo aún mejor.
“[El dueño de Minnie] recibió la noticia por la que había rezado: estaba en remisión,” escribió el refugio. “¿Su primer pensamiento? Minnie. Fue a nuestro sitio web, aferrándose a la esperanza de que ella todavía estuviera allí. Cuando vio su cara mirándolo de nuevo desde la pantalla, las lágrimas llenaron sus ojos.”
Se apresuró al refugio para reunirse con Minnie y readoptarla en el hogar que una vez compartieron.
Aquí está ese momento en video:
Para el refugio, fue el mejor resultado posible, gracias a los esfuerzos de los voluntarios y del personal, y, por supuesto, al compromiso inquebrantable de la pareja por el uno al otro.
«Después de 750 días y una adopción fallida, Minnie está de vuelta donde pertenece,» escribió el refugio. «Tiene a su papá, un hogar para siempre y un lugar especial en todos nuestros corazones. La extrañaremos en HSGN, pero saber que finalmente está en casa nos llena de alegría. Por Minnie y su papá, un amor que nunca se rindió.»