Estilo de vida

8 signos que inmediatamente revelan la edad de una mujer. Lo que las arrugas no cuentan, pero la mirada masculina nota…

Por mucho que nosotras, las mujeres, intentemos convencernos de que parecemos más jóvenes que nuestras contemporáneas, seamos honestas: rara vez somos verdaderamente objetivas con nosotras mismas. Pero los hombres… ¡Esos «exploradores» notan todo! Mientras nos preocupamos por una nueva arruga cerca de los ojos, resulta que ellos prestan atención a detalles completamente diferentes que ni siquiera consideramos. Vamos a descubrir qué es lo que realmente revela nuestra edad.

Los lóbulos de las orejas — traidores silenciosos

¿Quién lo habría pensado, verdad? Esta parte modesta de la cara, a la que casi no prestamos atención, puede contar sobre nuestra edad más que la crema de ojos más cara. Imagínate: nuestras orejas crecen durante toda la vida, como árboles en el bosque. Y los lóbulos, pobres, sufren del mismo problema que todo nuestro cuerpo: el colágeno se va y la gravedad hace de las suyas.

Con los años, los lóbulos pierden su firmeza, como masa dejada en el alféizar de la ventana en un día caluroso: se estiran, se caen, y cerca del conducto auditivo aparecen arrugas, como si alguien hubiera trazado líneas verticales con lápiz.

¿Has mirado tus orejas y te has alegrado de que aún se vean bien? ¡Genial! Pero no te relajes. Hay que cuidarlas como lo hacemos con el rostro. Cada noche, al aplicar crema en el rostro, no olvides mimar también tus orejas. Y por favor, protégelas del sol. ¡Porque esos «localizadores» captan los rayos solares primero, así que se ven afectadas por el fotoenvejecimiento más rápido!

Y un consejo amistoso más: no uses pendientes pesados en finas cadenitas, ya que tiran los lóbulos hacia abajo como un ancla para un barco. Y asegúrate de quitártelos por la noche, incluso los más ligeros. En sueños, esos pequeños espías pueden clavarse en la piel, comprimir vasos sanguíneos y afectar la circulación.

La nariz — el eterno viajero

¿Alguna vez has escuchado la expresión «crecer la nariz»? Bueno, ¡no es solo un dicho! Nuestra nariz realmente crece durante toda la vida. De los 30 a los 80 años, esta maravilla de la naturaleza aumenta por décimas de milímetro al año. Todo porque está compuesta de tejidos musculares, grasos y cartilaginosos que aman la hormona del crecimiento.

Cuando envejecemos, la producción de esta hormona disminuye. Sería lógico suponer que la nariz debería dejar de «viajar». ¡Pero no es así! La naturaleza encuentra otros caminos.

El volumen de los huesos nasales disminuye, haciendo que las aberturas sean más amplias, dando a la nariz un aspecto más aguileño. El cartílago se vuelve más blando, como plastilina en manos cálidas, y la punta de la nariz empieza a descender lentamente, haciendo nuestro «frente» más masivo.

Y además, imagínate, ¡la nariz es una verdadera hucha para la grasa! Al igual que el cuello, le gusta «engordar» con la edad. Así que si tu naricita se ha vuelto un poco más rellenita, no estás solo.

Postura — la tarjeta de presentación de la juventud

¡Queridas damas! Si quieren quitarse diez años sin cosmetólogos ni cremas milagrosas, ¡simplemente enderecen la espalda! Una mujer con una bonita postura siempre se ve como una reina: más segura, más joven y cien veces más atractiva. Una espalda recta es como una declaración en voz alta al mundo: «¡Disfruto de la vida, estoy llena de energía, aún estoy en la cima!»

Los hombros rectos significan un vientre plano, un pecho levantado y glúteos firmes. Te vuelves más delgada y más alta en cuestión de segundos. ¡Es el «lifting» más barato y efectivo de todos los posibles!

Y noten, una buena postura no solo es importante para la figura, sino también para mantener los contornos claros del rostro. Si caminas encorvada, no te sorprendas si el óvalo de tu cara «se desliza». ¡Todo está interconectado, queridas mías!

La voz — la melodía de la edad

¡Y esto sí que es un verdadero traidor! La voz revela nuestra edad incluso más rápido que las arrugas en el rostro y el cuello. Recuerda lo fácil que es determinar la edad de una persona al hablar por teléfono. Sorprendentemente, la voz «envejece» mucho más rápido que el cuerpo.

Nuestras cuerdas vocales son músculos. Con el tiempo, se debilitan, se hacen más finas y al mismo tiempo más gruesas (¡vaya paradoja!), lo que impide que se cierren correctamente. El resultado es un cambio en el timbre de la voz, su «cansancio».

Y por supuesto, el aparato vocal, como todo el cuerpo, reacciona al estrés, la falta de sueño y los malos hábitos. Es tan vulnerable como nosotros.

Si quieres que tu voz suene joven por más tiempo, encantando a todos con un timbre aterciopelado, realiza ejercicios especiales para la voz y, por el amor de Dios, ¡no grites «a todo pulmón» por cualquier cosa! Cuida de esta preciada melodía de tu individualidad.

Cabello — no solo peinado, sino el pasaporte de la edad

¡Ah, nuestro cabello! ¡Cuánto dinero, tiempo y esperanzas invertimos en él! ¡Pero sabes qué! No solo se trata de las canas que nos esforzamos tanto por ocultar. Nuestra melena puede contar sobre la edad mucho más de lo que parece a simple vista.

Con los años, el cabello no solo cambia de color, sino también de estructura. Se vuelve más fino, como si decidiera adelgazar con nosotras en la dieta. El brillo, ese hermoso brillo juvenil, poco a poco se va, como el sol de verano al horizonte. Y todo porque las glándulas sebáceas del cuero cabelludo se vuelven menos activas, ¡ellas también se retiran!

Presta atención a la densidad de tu melena. ¿Recuerdas lo voluminosa que era en la juventud? Con la edad, la cantidad de cabello por centímetro cuadrado de cuero cabelludo disminuye, es un proceso natural. Y si antes se caían de 50 a 70 cabellos al día, ahora pueden ser más.

Pero lo más interesante no es la cantidad ni la calidad del cabello, ¡sino nuestro peinado! Queridas mías, los peinados alisados, peinados con gel y fijos con laca añaden cinco años, ¡como mínimo! Un poco de descuido, un ligero volumen en las raíces, ¡y ya te ves más joven y moderna!

Y un secreto más: un color de cabello demasiado oscuro resalta cada arruga e imperfección de la piel, como un reflector cruel. Prueba a aclararlo uno o dos tonos o agrega reflejos suaves, esto rejuvenecerá visualmente el rostro y dará brillo a los ojos.

Manos — las segundas después del rostro como narradoras

«Muéstrame tus manos y te diré cuántos años tienes» — así podrían decirlo los fisiognomistas experimentados. Nuestras manos son un libro abierto donde está escrita toda nuestra vida.

La piel en el dorso de las manos es muy fina, debajo de ella casi no hay capa grasa. Con la edad, se vuelve más delgada, como papel de fumar, y comienza a transparer cada vena y tendón. Agrega a esto las manchas pigmentarias que tanto les gusta aparecer después de los 40 años, esos «besos del sol», como románticamente los llaman los cosmetólogos.

Y también presta atención a tus uñas. Con los años, se vuelven más frágiles, aparecen surcos, y las lunas en la base disminuyen o desaparecen por completo. La cutícula se endurece, como el carácter de una suegra, y la piel alrededor de las uñas se seca y agrieta.

¡Pero no todo es tan triste! El cuidado regular de las manos obra milagros. Cremas hidratantes, baños de parafina, masajes y protección solar, y tus manos se verán más jóvenes que tu edad cronológica. Y una manicura en tonos neutros con un poco de brillo rejuvenece visualmente las manos.

Cuello y escote — zona de atención especial

¿Recuerdan el chiste sobre una mujer cuyo rostro parecía de 30, pero su cuello de 60? En él hay una amarga verdad. El cuello y la zona del escote son esos traidores que primero revelan nuestra edad.

La piel aquí es delicada, como en los párpados, pero recibe mucho menos atención. Sin embargo, en estas zonas se manifiestan activamente los signos de fotoenvejecimiento: arrugas, pigmentación, pérdida de firmeza. El cuello comienza a cubrirse de surcos horizontales, como los anillos anuales de un árbol. En la zona del escote aparecen arrugas verticales, especialmente en aquellas que duermen de lado.

Otro «regalo» de la edad es la papada doble o, como la llaman con delicadeza, «el albergue del mentón». Aparece debido al debilitamiento de los músculos subcutáneos y la acumulación de depósitos grasos. Y ni siquiera las mujeres delgadas están exentas de esta molestia.

Mi consejo: comienza a cuidar de tu cuello y escote lo antes posible. Todo lo que haces para el rostro — limpieza, tonificación, hidratación, protección solar — debe continuar hasta las clavículas. ¡Y los ejercicios especiales para el cuello tampoco se cancelan! ¿Recuerdan cómo en las películas antiguas las actrices de la vieja escuela sostenían la cabeza orgullosamente? Esa es la mejor prevención contra el envejecimiento del cuello.

La forma de caminar — ¡te delata completamente!

¿Sabes qué notan los hombres desde lejos, incluso cuando no ven tu rostro? Exacto, ¡cómo te mueves! El andar puede restarte o sumarte una década a los ojos de los demás.

Con la edad, nuestro andar cambia: los pasos se acortan, el ritmo se ralentiza y los movimientos pierden suavidad. Comenzamos a apoyarnos más en los talones, a mover menos los brazos, como si ahorráramos energía. Y después de los 60, muchas mujeres comienzan a dar pequeños pasos, como persiguiendo una juventud que se escapa.

Pero lo más interesante es que el andar revela no solo la edad, sino también la actitud hacia la vida. Un andar cansado, arrastrado, con la cabeza baja, y mentalmente te añaden cinco años. Pero uno enérgico, con buena postura, con la mirada al frente, y rejuveneces instantáneamente a los ojos de los demás.

Presta atención: el andar «en tacones» también difiere mucho del natural. Si solo usas tacones altos en ocasiones especiales, en ellos parecerás tensa y rígida, y eso también suma años. ¡Aprende a moverte con elegancia en cualquier tipo de calzado!

Recuerden, queridas mías, la edad es solo un número. Pero si queremos vernos más jóvenes y frescas, prestemos atención a todos estos detalles. ¡Porque la belleza está en los detalles, ¿no es así?

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